Sólo porque los días son más cortos y las temperaturas han bajado no significa que el invierno suponga el fin de las flores. De hecho, muchas flores siguen floreciendo en los meses más fríos. Existen muchas flores invernales increíbles, festivas, fragantes y hermosas que añadirán algo de color a tu jardín y animarán tu jardín justo cuando más lo necesitas.
No importa si buscas una planta delicada para llenar un espacio vacío, algo de bajo mantenimiento para iluminar las zonas oscuras o algo vibrante para atraer las miradas, hay una flor de invierno que hará todo eso y mucho más. Sigue leyendo para descubrir algunas de las flores invernales más queridas y aprender a cultivarlas para que puedas disfrutar de su belleza.
Pensamiento
Pensamiento
Los pensamientos están relacionados con las violetas, y tienen los mismos pétalos hermosos en forma de corazón que las violetas. Su color brillante y delicado se combina bien con otras flores y puede ser un excelente punto focal de una planta en maceta. Pueden crecer a la mayoría de las temperaturas, siempre que no sea excesivamente caluroso, y les gusta el pleno sol o la sombra parcial. También existen pensamientos de una amplia gama de colores, lo que te permite hacer una declaración personal tanto en tu jardín como en un arreglo en maceta.
Prímulas
Las prímulas son una flor brillante, atrevida y hermosa que crece en la mayoría de los climas. Estas diminutas flores pueden encontrarse en casi todos los colores del arco iris, e incluso algunas tienen diferentes tonalidades de pétalos en la misma planta. Prefieren el pleno sol o la sombra parcial y un suelo bien drenado. Una vez establecidas, estas flores requieren pocos cuidados para prosperar y a menudo vuelven a florecer cada año. Pueden quedar muy bien en los bordes, mezcladas con otras flores, como cobertura del suelo bajo plantas más altas, o en macetas para crear un espectáculo llamativo.
Otoño azafrán
Si tienes un lugar sombrío en tu jardín, el otoño azafrán es una excelente opción. Estas plantas pueden hacer que las zonas más pequeñas y frías del jardín cobren vida con alegres flores amarillas que florecen a finales del invierno y persisten hasta la primavera. No sólo aportan color, sino que son unas de las primeras plantas en brotar tras la fusión de la nieve, lo que las convierte en un necesario signo de la primavera. Este resistente perenne prefiere un suelo rico y bien drenado, y le gusta estar protegido de la luz solar intensa y del frío extremo.
Hellebore
Las hellebores, también llamadas rosas de Cuaresma, son una de las flores invernales y primaverales más coloridas. Sus pétalos únicos, parecidos a los de la petunia, pueden ser morados, rosas, verdes, amarillos o blancos. Estas plantas son perennes y autosemillantes, por lo que pueden establecer un precioso manojo de flores con muy poco esfuerzo por tu parte. Las Helleboros prefieren un lugar sombreado y son de bajo mantenimiento, por lo que son estupendas para los jardineros que no quieren pasar mucho tiempo cuidando sus flores.
Los Sustos
Los Sustos son otra de las flores primaverales más tempranas, y las hay de muchos colores, como azul, púrpura, blanco, amarillo e incluso bicolores. Además, sus pétalos en forma de platillo son una alegre adición a cualquier jardín. Una de las principales razones para cultivar corrupas es que constituyen una fuente vital de néctar para los polinizadores a finales del invierno, cuando pocas flores más están en flor. Los crocus son muy fáciles de cuidar y pueden naturalizarse, es decir, pueden extenderse y producir descendencia en tu jardín año tras año.
Camelia
La camelia es un arbusto perenne que lleva creciendo en los jardines durante cientos de años. Estas plantas tienen hojas de un verde intenso y flores grandes y hermosas que pueden encontrarse en casi todas las tonalidades del arco iris. Prefieren un suelo ligeramente ácido y protección del sol intenso, pero pueden tolerar temperaturas variables. Las Camelias también pueden cultivarse en maceta si no tienes espacio para un arbusto entero en tu jardín.
Avellano de Bruja
El Avellano de Bruja es un árbol único y hermoso que puede añadir sombra y fragancia a cualquier jardín. Es conocido por sus inusuales flores amarillas en forma de araña, que aparecen a finales de enero. Estos árboles prefieren un suelo bien drenado y sombra parcial, pero pueden tolerar algunas condiciones adversas. Además, una vez establecidos, son de bajo mantenimiento, y pueden atraer aves y otros animales salvajes a tu jardín a principios de primavera.
Así que, aunque parezca que tu jardín es frío, gris y sombrío durante los meses de invierno, aún hay muchas flores que pueden añadir color, fragancia y alegría a cualquier patio. Desde delicados pensamientos hasta atrevidos avellanos, puedes encontrar y cultivar fácilmente flores de invierno que harán que tu jardín luzca hermoso y brillante durante todo el invierno. Empieza a planear ahora para que puedas disfrutar del encanto de estas flores en los meses más fríos.